Meses.

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Since.

   El hueco del sofá sigue lleno de ti y las sábanas tiradas en el suelo desde aquella noche.                      Nada  ha cambiado.

Contigo

Una nueva era se acerca a mi mundo, saltando de siglo en siglo hasta llegar a tu paladar. Hasta que las yemas de mis dedos dibujen el relieve de tu piel, un beso con los ojos cerrados gritando por dentro un te quiero que esta deseando salir. Me encanta todo lo que tenga que ver con tu sonrisa, y por si acaso, iré con el hacha a cuestas para romper lagrimas y matar al dolor con analgésicos de humor y besos que saben dejar huella en tu mejilla, arriesgándome a besar la comisura de tus labios. Siéntate en mis nalgas y escribe en mi espalda ese futuro junto a mi.
Da igual que el coletero sea ahora un elástico despuntado y que los mechones más cortos me caigan por los ojos, tú bésame el cuello y dejemos para después ese chocolate bien caliente, con el color de tu piel y el brillo de tus ojos.
Agárrame fuerte y lancémonos a la piscina llena de sorpresas y amor, llena de ti y de mi. Y si el mundo quiere sufrir guerras allá él. No hay mejor guerra que la de abrazos y cojines, goma-espuma por el aire y tu y yo besándonos como si fuese el fin del mundo... el fin del mundo CONTIGO.

a primera hora.

Lo más normal es introducir en mi cuerpo como unas quince horas de paz y armonía, quince horas de dulce sueño en las cuales me olvido de este mundo y pruebo en uno más irreal. Pero quizás hoy me puedan pasar cosas tan importantes y bonitas que, dios me ha ayudado a que parpadee bien temprano, bueno y a todo el madrugador. Comenzando la mañana, (para mi aún parte de la noche) te preguntas que será de ti en estas 12 horas como mínimo, si hacer el gilipollas es lo más entretenido que puedes hacer, entonces.. decidiré dormir mientras espero a que ese hombre que dice quererme aparezca por la puerta diciéndome que viene para quedarse. Seguiré esperando.. y esperando. Mañana, otra mañana más habré aprendido del fracaso y me preguntaré ¿por qué no pruebo a pegarle bocados a la vida?. Y sí, con sabor a ti.

Locura de un día a día.

Hoy es como si fuese lunes, pero no un lunes cualquiera. Dicen que nos acostumbramos muy rápido a lo bueno, y si compartir mi vida contigo es bueno, siento decir que me he acostumbrado a ti. Y es que el tren pasa una vez por tu vida, y yo supe cogerlo, pero aun voy viajando sin recursos por si te pierdo. Parece ser que cuando el sol decide esconderse es cuando surge lo mejor. Odiaremos el día y la luz del sol y preferiremos dormir toda la vida pegados a esa persona. Pero por si acaso entra un rayo de luz que interrumpa nuestros acosos en media velada, bajaremos las persianas, apagaremos la luz y nos susurraremos "buenas noches, mi vida". 
365 días de mi vida viviría así, pero fuera, detrás de todo ese mundo de ilusiones, hay personas que prefieren verte sonreír y bailar bajo un despejado cielo azul. 

Epicentro.

Y claro, luego se quedan amarillentas. De lo insignificante puedo escribirte (o susurrarte al oído) un montón de cosas. Hoy no sé pero me he parado a pensar que más necesito para ser feliz.. y aun sigo pensando, creo que tengo todo lo que la vida me ha querido dar, y yo he obligado a la vida a saber conservarlo y yo a aprender no destrozarlo. En primer lugar, bueno.. antes que el primer lugar están ellos. Son capaces de todo, y yo soy para ellos todo lo capaz. Somos la piña que vive debajo del mar y cuando el tiempo se enternece entonces nosotros salimos a comernos el mundo con las gafas de sol en plena lluvia, y con las chanclas (esas de dedo que destrozabas lo días de verano y aunque estuvieran para reciclar siempre serian tus preferidas) saltando en los charcos. Sin importarle al más alto, que puedan salir chispas de electro, del cd. Y claro, luego se quedan amarillentas las uñas, las explotamos con colores vivos y ellas no pueden salir de fiesta sin resaltar cuando levantas las manos, o cuando vas a entregar los billetes y el dineral que te has gastado en cubatas. Pero perder la vergüenza que tu madre te enseño a tener, eso no tiene precio, y sin duda, ese es el mejor momento. 
Sois el todo de mi epicentro. 

Parece, es.

Antes lo dices antes surge, antes llega, antes te llama, antes decide despedirse de ti. Sabes sobrevivir bajo la humedad, el calor, y bajo cero, conmigo y sin ella. Parece, es. Tu inteligencia es superior a la de cualquiera, héroe de cuento, fuerte, simpático, ojos celestes como el mar, rubio, el mejor chico para colgar lamparas, y si te propones también te las quita. Lo siento, pero mi vida no quiere acompañantes de estilo común. He nacido exigente con gustos propios, y con ganas de saborear a muchos. Debajo de las piedras, entre las ramas y a cuatro mil kilómetros de aquí esta tu bicho primaveral. No te lo imaginarías con alas, ni tampoco que decidiera hacer estancia entre tus tripas, y que fuera el mejor amigo de tus costillas. Bonita mariposa, de cabello oscuro, ojos especiales, nariz redondeada y de tu boca, de tu boca no hablemos que me pierdo de nuevo entre las bajas temperaturas de las piedras y el bochorno humedecido de las ramas.