Al principio todo es llevadero, como aquella noche... por ejemplo. Los últimos cinco minutos son trágicos, sola en medio del océano porque "quien" te acompañe no esta a tu lado. Vaya....
Que mentes tan prodigiosas tenemos! Si recordáramos cada error, o cada victoria la vida realmente no seria fácil. Demasiada información para tan poco tiempo de vida.
Olvidamos, sin más, y seguimos andando hacia adelante... pisoteando el pasado y dibujando nuevas huellas que llegan a Marte.
A aquella noche que contaba tristemente en dos párrafos anteriores, se une alguien. Las palabras a partir de ahora sobran porque quien me conoce no necesita más, un café quizás, para tomarse esto menos a pecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario